Para una imaginaria María del Carmen
1 Comments Published by Olivia Casso on jueves, septiembre 22, 2005 at 10:09 a.m..Porque todos sueñan con tener a su María del Carmen y vos? ¿ya la encontraste? ...recordando a un grande gracias Noel por maravillarnos...
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María del Carmen
Noel Nicola
Noel Nicola
María del Carmen debió haber nacido en Vertientes
aquí, hace veinte años y pico;
María del Carmen atraviesa el parque
y todos los ojos le halan el vestido,
María del Carmen revuelve la tarde
del pueblo pequeño que ve como pasa,
María del Carmen, el recién llegado
descubre enseguida lo mucho que faltas...
A María del Carmen la envuelven los ruidos
que salen del tándem inglés del central,
A María del Carmen el pelo y la piel
de seguro le huelen a miel residual,
María del Carmen, tan limpia y tan libre,
limpia de ser virgen, libre de prejuicios,
María del Carmen, tu entrega es total
porque a ti los misterios te sacan de quicio.
María del Carmen puede conversar sobre la economía
y sus ojos son anchos
María del Carmen me mira el anillo
en la mano derecha... y sonríe despacio,
María del Carmen no piensa en los trapos,
ni en lazos, ni en cintas, ni en viejas muñecas.
María del Carmen olvida los novios,
la Patria es quien toca de noche a su puerta.
María del Carmen conoce la iglesia,
sabe dónde está, pero no la visita,
María del Carmen se asombra con todo,
pero si la miran no baja la vista.
María del Carmen, aunque no te he visto
podría pintarte en todos tus detalles,
María del Carmen, será inevitable
que un día tropiece contigo en la calle,
María del Carmen si llego a encontrarte
tendré, de seguro, que amarte y amarte y amarte...
Yo en algún momento de mi vida pensé haberla encontrado, pero al poco tiempo me di cuenta de que todas las mujeres son además humanas y es que María Del Carmen me parece más una descripción de lo que para Noel significaba la Revolución.
Yo creo que las mujeres que a veces uno imagina como esa María del Carmen solo están en la mente de los que comprendemos esa composición de Noel.
Yo lamenté mucho enterarme que mi María del Carmen no fuera más que otra chica comun y corriente como lo son todas y como mi mente debe saber que son.